La VUELTA del SOL
Cada año, los
habitantes del hemisferio sur del planeta vivimos en el mes de junio, el
solsticio de invierno. Del 20 al 21 de junio la noche es la noche más larga del año y el 21, el día más corto del año. A partir de aquí, las noches empiezan a acortarse y los días a alargarse hasta el 21 de
diciembre.
Para los pueblos originarios del sur de Abya Yala, ( América), esta fecha marca "el regreso del sol", el fin
del ciclo anual de la Tierra y el comienzo de un nuevo año.
Durante la noche más larga del año, del 20 al 21 de junio, se realizan ceremonias ancestrales para renovar el compromiso de honrar al Padre Sol, recibiendo su energía y conectándola con la energía de la Pachamama, dando vida a la vida.
Durante la noche más larga del año, del 20 al 21 de junio, se realizan ceremonias ancestrales para renovar el compromiso de honrar al Padre Sol, recibiendo su energía y conectándola con la energía de la Pachamama, dando vida a la vida.
El fuego sagrado que se mantiene toda la noche,
calienta y limpia cuerpos y espíritus
para renovarse y brillar cada día como el Padre Sol, abrazando a todos los
seres del Universo. Se renueva también la energía comunitaria fortificando
lazos entre hermanos que se apoyan para iniciar un nuevo ciclo de trabajo y
crianza en la vida comunitaria.
La vuelta del sol al
hemisferio sur, el gran Muyuynin (vuelta), requiere a partir del 20 de junio, de una activación durante cuatro días de nuestra
Tierra, nuestro Aire, nuestro Fuego y nuestra Agua a través de ceremonias que
honren a cada uno de estos seres y en profundo recogimiento hasta la llegada
del gran Sol.
Dijeron los abuelos
originarios:
“En estos cuatro ceremoniales
días
recompongamos el diálogo profundo y sincero con el Universo
para que
nuestro Padre Sol y nuestra Pachamama
nos reconozca nuevamente como sus hijos
amados
comprometidos a conocer el mundo viviendo y a aprender haciendo.”