EQUILIBRIO EMOCIONAL

Muchos vamos viviendo todavía "de la cabeza". 
Fragmentados:  la razón por un lado, el corazón por el otro. 

Al nutrir la conexión entre la cabeza y el corazón, el miedo en las tomas de decisiones disminuye hasta hacerse imperceptible,  lo intuitivo se convierte en una especie de plataforma donde al pararme, me siento segura. 




Si me equivoco, siempre puedo revocar. Lo siento en el cuerpo. La liviandad aparece. La vida fluye.

Ya no tengo miedo a que no me quieran, a perder el amor de otros. Yo misma soy amor. Ya no depende el amor que siento de que me mires o no me mires. Me mires o no me mires te amo igual.

Estoy viviendo en PAZ.